Podríamos hablar de lo bonita que es Croacia o de sus múltiples y espectaculares paraísos naturales, pero hubo otro aspecto que me impactó (y para un futbolero como yo…), la pasión que alrededor de todo el país se vive hacia el fútbol, y más concretamente hacia un equipo, el Hajduk Split.
Por todos es sabido, que la guerra de los Balcanes terminó de estallar en un campo de fútbol, en un partido que enfrentaban al Dinamo de Zagreb y al Estrella Roja de Belgrado cuando la policía Yugoslava comenzó agredir a aficionados croatas.En un momento dado, Boban jugador del Dinamo, propinó una patada a un policía para defender a sus paisanos. Esto fue la gota que colmó el vaso en una Yugoslavia a punto de estallar en guerra, donde más tarde Croacia lograría la independencia.
A raíz de esto Croacia formó una liga con solo equipos del país, destacando dos por encima del resto, el de la capital y el equipo más laureado del país el Dinamo de Zagreb y el equipo de la Costa Dálmata, el Hajduk Split.
Zagreb de interior, situada al norte y capital del país y ciudad del Dinamo, el archienemigo del Hajduk. Es a su vez el lugar y casi único en Croacia donde es imposible ver o encontrar simpatizantes o pintadas en favor del Hajduk. En clave de fútbol la ciudad se encuentra dividida entre el histórico grupo ultra Bad Blue Boys y los mercenarios de Mamic. A estos últimos se les llama así por que están pagados por el presidente para echar del campo a los BBB, los cuales apuestan por unas ideas contrarias a las de Mamic. Para mí sorpresa no encontré apenas señales por la ciudad, salvo un par de pegatinas de ninguno de los dos grupos, que pese a ser muy numerosos, especialmente los Bad Blue Boys, si no tienes ni idea de su existencia tampoco ibas a saber de ella mediante un simple paseo por la ciudad.
Y hasta aquí lo más normal, pero es cuando empiezas a bajar al sur de Croacia donde realmente te das cuenta de cual es la hinchada más pasional y el equipo más popular de Croacia. Se respira fútbol, se respira en clave de azul y rojo. Da igual donde mires o por donde vayas, da igual que sea una playa o que vayas por la carretera. El Hajduk Split cuenta con seguidores por todo el territorio y creerme, es fácil darse cuenta de ello. Es que es poner un pie fuera de Zagreb y empezar a encontrarte con simbología de todo tipo y en cualquier lugar, todo decorado de azul y rojo. Y claro, es imposible entender el Hajduk sin sus ultras, la Torcida Split. La Torcida es igual de importante que el club, es el grupo ultra más antiguo del mundo nacido en 1950 y domina las paredes del país entero. Lo de dominar las calles, ya que lo comenten los que allí lo viven, ya que hablamos de grupos punteros y sería injusto decantarse por cualquiera de los dos.
Y es que como reza una de las pintadas de Split “si tuviera dos vidas, las dos te las dedicaría a ti”, jamás tuvo tanta credibilidad como en esta preciosa ciudad del mediterráneo.




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